Hort de Nal es mucho más que un hotel: es una joya arquitectónica y paisajística en el corazón de Elche, con una historia tan singular como el espacio que la acoge.

La finca fue construida en 1976 por encargo de un excéntrico empresario del calzado, conocido en la ciudad como el Marqués de Carrús, que alcanzó gran éxito comercial exportando e importando con América. Era habitual verle viajar a Londres para cortarse el pelo, organizar fiestas con personalidades internacionales y rodearse de lujos poco comunes en su tiempo. Su finca fue durante años un símbolo de sofisticación y extravagancia, reconocida en toda la ciudad —y más allá— por su estilo único.

El diseño de la casa fue obra del prestigioso arquitecto Antonio Serrano Bru, considerado uno de los grandes referentes de la arquitectura en la provincia de Alicante. Su firma está presente en proyectos tan emblemáticos como la reforma de la Basílica de Santa María de Elche, los edificios 4 y 5 de la Universidad Miguel Hernández, y otras fincas históricas. Sin embargo, su obra más emblemática es precisamente esta finca: Hort de Nal, nombre original con el que apareció registrada en el Catastro, y que aún hoy da nombre a la parcela principal.

La elección de recuperar el nombre original para dar identidad al conjunto hotelero —que hoy conocemos como Hort de Nal— es un guiño a la cultura y a la tradición agrícola ilicitana. “Hort de Nal”, en valenciano antiguo, significa huerto de Navidad, una forma de hablar propia de los agricultores de la zona. Actualmente, la finca está dividida en dos parcelas: la que ocupa el hotel (Hort de Nal) y la finca anexa, conocida como Hort del Rosari.

El conjunto ocupa una superficie de más de 30.000 m², de los cuales unos 9.000 m² están en uso. Tanto la finca como su entorno están protegidos por la UNESCO por su palmeral y sistema de regadío por acequias —herencia de los árabes— catalogado como patrimonio mundial. Además, el edificio principal ha sido declarado Bien de Interés Cultural, lo que implica una protección especial que impide, por ejemplo, la instalación de ascensores, para preservar su estructura original.

La finca cuenta con elementos arquitectónicos y artísticos de gran valor. En la entrada principal, una escultura de Andreu Alfaro, uno de los artistas valencianos más reconocidos y galardonado con el Premio Príncipe de Asturias, da la bienvenida a los visitantes. En el interior, destacan los mármoles semipreciosos como el Carrara, el Onyx o el Ágata; los baños mantienen la grifería original bañada en oro con cabezas de animales talladas, elementos únicos que han sido cuidadosamente restaurados por su valor estético y patrimonial.

Hort de Nal es hoy un hotel con un fuerte compromiso con la sostenibilidad. La piscina es de agua salada, el jardín se cuida sin pesticidas agresivos, se evita el uso de plásticos innecesarios y todos los productos de limpieza provienen de una empresa española que fabrica soluciones ecológicas y respetuosas con la piel. La ropa de cama es de 400 hilos, y el tejado está cubierto con placas solares, como muestra del esfuerzo por reducir el impacto medioambiental.

Esta mezcla de historia, arquitectura, exclusividad y conciencia ecológica ha posicionado a Hort de Nal como el hotel mejor valorado de Elche y Alicante en plataformas como Booking.com. Además, la prestigiosa casa de champán Laurent-Perrier nos ha elegido como imagen por compartir valores como la elegancia, la excelencia y el respeto por la tradición.