Tu boda es un día especial, un día en el que quieres que todo sea perfecto… Si te has decidido por celebrar ese día en una finca debes de tener varias cosas en cuenta antes de decidirte. Una finca te ofrece una libertad que un salón de bodas no puede igualar. El espacio abierto, la vegetación y la posibilidad de personalizar los espacios suelen ser los motivos que llevan a las parejas a decidirse.
Posibilidad de salón interior y exterior
A la hora de escoger el lugar de la ceremonia y/o banquete hay que tener muy en cuenta tanto la zona geográfica como la estación del año y el clima. Si tu intención es hacer un banquete al aire libre lo recomendable es hacerlo en los meses de verano. Sin embargo, incluso en la época más soleada y calurosa del año puede que llueva. Por eso el primer consejo que te damos es que no dejes que la lluvia arruine tu boda, ten siempre un plan b por si ese día el clima no te acompaña. Las carpas pueden ser una solución de urgencia, pero lo ideal es contar con una finca que pueda albergar a tus invitados en un gran salón. Eso aislará el frío, el viento y la lluvia y sólo pensarás en disfrutar de tu día.
Varias zonas para distintos fines
Otra de las cosas que hacen especiales a las fincas son los distintos espacios. Una finca con pocos espacios hace que tu boda sea menos personalizable, menos diferente, en definitiva menos tuya. Si buscas hacer un cóctel, un show cooking, una cena, zona de barra, discoteca y zona chill out, lo ideal es separar esas zonas por la finca. Recuerda cuantos más espacios tenga la finca, más cosas podrás hacer.
Una finca con opciones
En la actualidad muchas empresas trabajan con una ultra exclusividad que hace que tu boda venga predeterminada por la elección de la gerencia de la finca. Está claro que muchas trabajan en exclusiva con un catering, fotógrafo… porque saben que realizan un buen trabajo, pero elige una finca que tenga varias opciones donde escoger y no te obligue a elegir un servicio único.
Entorno bonito y con historia
Piensa que la finca no sólo servirá para cenar y celebrar unos de los días más importantes de tu vida. En ese espacio guardarás momentos inolvidables que se guardarán en tu memoria así como en las fotografías y pasarán a la historia familiar. Por ello, escoge bien la finca, fíjate en el entorno, en si el jardín está bien cuidado… y si la finca tiene historia mejor que mejor. Empápate de su pasado y disfruta de los servicios que puede ofrecerte para tan importante evento.
Situación de la finca
Es uno de los puntos en los que no solemos fijarnos nunca. Con un mapa y un GPS creemos que todos los invitados llegarán a nuestra finca a tiempo. Pero hay muchas que están bastante escondidas y puede que conlleve algún problema a los invitados. Además, habitualmente contamos en el menú con la barra libre y con que muchos de los invitados tomarán alguna copa. Si estás muy lejos de la ciudad tienes que poner un autobús o cualquier otro transporte con el coste que eso conlleva. Son pocas las fincas que hay dentro de la ciudad, pero si los invitados pueden llegar y marcharse andando de nuestra boda ahorraremos dinero y preocupaciones.
Una finca con un gran parking
Los novios no van a tener problema de aparcamiento, pero dependiendo del número de invitados y de la finca puede que el parking se convierta en un quebradero de cabeza. Si estás mirando finca y los invitados no pueden llegar por otro medio asegúrate que pueden aparcar sin problema. Una buena zona de parking es imprescindible para que todo el mundo llegue a tiempo a la boda.